Ubicado como enlace entre los delanteros y los mediocampistas, Messi fue vital para que el conjunto de Mauricio Pochettino goleara 5-1 al Lille en la Ligue 1.
En un esquema distinto al que suele plantear, el entrenador argentino ubicó a La Pulga en el centro del campo, por detrás de Kylian Mbappé.
Mientras que Ángel Di María se movió por la derecha. Vale recordar que por lesión Neymar no pudo ser convocado. Al igual que Mauro Icardi, Sergio Ramos y Ander Herrera.
En ese contexto, el número 30 se mostró mucho más participativo que en otros duelos en los que se lo había visto más pegado a la banda.
Parado como un tradicional enganche (pese a que esa palabra esté en desuso), el ex Barcelona se transformó en eje de cada ataque.
Y se dio el lujo de dar una asistencia y marcar un gol, el primero en su cuenta personal en lo que va de 2022.
Su pase clave fue en el tiro de esquina que ejecutó al segundo palo para el cabezazo de Kimpembe, autor del 2-1 parcial en la primera mitad.
Mientras que su tanto llegó cinco minutos después, tras una gran acción individual de Mbappé. Que le permitió encontrarse con la pelota en la puerta del área.
El argentino punteó el esférico para dejar atrás a sus rivales y luego la pinchó por encima del arquero para cerrar una linda conquista.
En los 90 minutos, Messi completó cinco remates, tres fueron al arco y uno terminó en gol.
Además, hizo sonar el travesaño en un tiro libre que casi se clava en un ángulo en el primer tiempo y sus intervenciones dieron como fruto seis acciones de gol claras.